Hay momentos en que crees que la existencia del destino condiciona tus actos, que tus pasos no los mides tú sinó una fuerza superior que ha trazado el camino de antemano. Y no es cierto. Crees saber que el desarrollo de una vida sigue una lógica implacable en la que las posibilidades absurdas no tienen cabida. Crees en consecuencias razonables y en razonamientos consecuentes. No podemos estar engañados y aún peor fingir vivir esa mentira. El caos de la existencia es un cúmulo de situaciones inexplicables, enlazadas sin sentido, formando parte del teatro cómico en que se convierte la vida. ¿Porqué ironizar con algo de por sí irónico?
Somos marionetas sin hilos con pies de plomo, tan aferrados a este mundo y sin embargo, tan lejos de nuestras manos. No os desesperéis, no busquéis, no halléis, la vida en su ironia nos encuentra.
3 comentarios:
Wapi...
todo llega, tranquila.. incluso la desesperación..jeje
Mucha suerte mañana!!!
beso!
no hay destino escrito. Esa es la grandeza de la vida. Depende de las circunstancias que nos rodean, de las decisiones que tomamos, de los dados del azar.
Te he encontrado sin buscarte. Te seguiré por decisión propia. Si las circunstancias lo permiten.
Por cierto. Me encanta "Descalzos por el parque".
A Criz, gracias wapa...tiempo al tiempo a ver lo que pasa ;)
Sin destino...¡quién manejara esos dados! suerte que aún podemos decidir, aunque es algo costoso llegar a un quinto piso sin ascensor.
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