9.01.2007

Reflexionar descalza



Llegan los rayos de sol, te alcanza la brisa marina, te paras y cierras los ojos. Periodos que sirven para cambiar el estrés laboral por el exceso de equipaje o para huir y perderse sin sentido. O simplemente puedes observar el reloj, ver girar las manecillas y quedarte en blanco, en suspense, en pausa.
El problema es que, sin darte cuenta, debes abrir de nuevo los ojos, forzar la sonrisa, volver al trabajo y adelantar el reloj.

No sé si he aprendido o he perdido conocimientos, si he madurado o he vuelto a la adolescencia, si he caido o me he levantado. Pero sé que he vivido.
He ahuyentado al miedo de mi lado, y he visto agua en la piscina. Lánzate! me dijeron..Y lo hice. Nada! me aconsejaron..Y lo hice. Lo único que todavia me mantiene a flote es que no he llegado a la otra orilla.

PD: La foto la tomé en la Piazza Grande di Modena.

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